Autor de los frescos de La Cúpula de la Escalinata imperial de la Abadía Cisterciense de San Pedro de Cardeña, 1971-72 y de los murales de las galerías de la hospedería; de Sileuros, un lienzo de 6,15 X 6,00 m. en la sala Capitular del monasterio de Silos, 1990, en Burgos, así como de una impresionante Última Cena en el cenobio cisterciense de la Oliva, en Navarra.
Son muy numerosas las exposiciones realizadas,entre las que cabe destacar las antológicas e itinerantes: Retrospectiva de 1996, Vallejo en Burgos.1965 2001, Apocalipsis y los 5 sentidos, 2002-2003, itinerante por Castilla y León; El Arte en la memoria 2006 y Misticismo abstracto 2013, que sitúan al artista entre los principales pintores consagrados de nuestro tiempo. Inolvidable su muestra, que hubo que prorrogarse, en el Palacio de la Lonja de Zaragoza, abril-mayo de 1974; recinto dedicado a genios como Goya, Pablo Serrano, Manolo Viola, etc.
La fuerza y el magisterio de su dibujo, hacen de su obra un codiciado tesoro ansiado por los coleccionistas de todo el mundo.
Su obra esta incluida en The editions of WHO'S WHO IN INTERNATIONAL ART, forma parte del patrimonio español y esta integrada en importantes colecciones y museos.
-Biografía
Juan Vallejo de Lope nació en Burgos el año 1949. Desde muy joven alternó sus clases de Bachillerato y Preuniversitario con la necesidad irrenunciable de pintar, incluso con los medios más precarios. Sus primeras exposiciones decían mucho de telas de arpilleras finas encoladas, por cuyas tramas la carga de la textura sujetaba unos personajes delatores de injusticias. Ya en aquella época de la década de los sesenta, Vallejo se había comprometido con la defensa y reivindicación de la democracia y las libertades públicas. Convive en Madrid con el pintor Navarro Bremón y dibuja en el Círculo de Bellas Artes. A los 18 años hizo su primera exposición individual en los salones de la Torre del Arco de Santa María de Burgos, la cual marcó su sendero por el que discurrirían las pautas de la pintura joven burgalesa. Ese mismo año, repetiría una muestra en el mismo lugar. En 1969, realiza una exposición de más de doscientas obras en los claustros del antiguo monasterio de San Juan, en Burgos; este escenario sería testigo de su primera retrospectiva en 1973 y del adiós de 1976, fecha en que una de las obras allí expuestas fue censurada, la cual provocó el "exilio" de su ciudad durante 20 años.
Vive en París y en Roma en los años 70-71. Después de exponer en Madrid en la Mesa de Burgos y en los vestíbulos del Teatro de Lara, los monjes de la abadía cistercienses de San Pedro de Cardeña de Burgos, le encargan los murales de la escalera imperial, así como los cuadros de las galerías de la hospedería y de la biblioteca del histórico cenobio. Serían los monasterios lugar de residencia y enclaustramiento del pintor durante algunas épocas. En Cardeña inició El Quijote cuya primera parte fue expuesta en Madrid en el Hotel Quijote en 1972. Una obra de centenares de dibujos y óleos que más tarde desembocaría en la disección más importante que sobre la obra de Cervantes se haya hecho jamás. En 1975 expone su Apocalipsis en el Palacio de la Lonja de Zaragoza con gran éxito de público, salones destinados a los grandes del arte como Pablo Serrano, Goya, Viola y Gargallo por poner algunos ejemplos que antecedieron y enmarcaron la célebre exposición antológica del burgalés. El 23 de Febrero de 1981 el país se convulsionaba tras la amenaza de un golpe militar, lo que hace que el pintor se recoja en su estudio de Burgos y pinte el Golpe (7 x 2,75 m), al que también denominó Hispania o Iberia, uno de los lienzos más interesantes de esta retrospectiva, que junto a un centenar de bocetos, da idea de las dos Españas y de la transición a al democracia. Los sucesos de Elda y Vitoria, así como la muerte del estudiante Enrique Ruano en 1969, ya habían marcado al pintor en otros cuadros que testimoniaron en la muestra de los Artistas por la Libertad de Conciencia del Centro Cultural de la Villa de 1982, su ansia por las libertades.
Diario 16 Burgos
21/04/1995
Después de un gran periplo de exposiciones, es premiado en 1981 con el Primer Premio Nacional de Acuarela Caja de Madrid. Pero su obra más importante, tendría lugar en 1990, cuando los monjes de Silos le encargan un cuadro para la Sala Capitular del monasterio benedictino. Pinta durante ocho meses Sileuros, un lienzo de 6,15 x 6,00 metros que recoge la vida de San Benito inspirada en sus leyendas y milagros.
Vallejo, está incluido en la lista de los grandes pintores de nuestro tiempo. Su esfuerzo cotidiano en el arte, pudo comprobarse en la Antología de Zamora: 250 obras de gran formato llenaron los dos claustros del Colegio Universitario de la ciudad castellana.